lunes, 2 de julio de 2012

En lo que desaparecen los nacionalismos

a) Nunca he sido partidario de selecciones nacionales, ni del olimpismo. Tienden a exaltar los nacionalismos. Como Reinhold Messner, pienso que los deportes de competición y el tema público -es decir, la política, que no es más que la gestión de lo público- deberían seguir caminos separados.
b) Que España haya ganado la eurocopa como lo ha hecho no puede sino alegrarme: me encanta el fútbol, y ha ganado el mejor que he visto. Además, que los estados nacionales deban ser algo a superar, no hace que el mundo deje de percibir a quienes hablamos español como capaces de jugar en equipo mejor que nadie, efectivos, serios, imaginativos y con una gran cultura democrática. Es lo que ha mostrado al mundo una selección de jugadores de un deporte de equipo muy complejo
-el fútbol-, hispanoparlantes. Cuando alguien piense desde Munich en españoles e hispanoamericanos, tendrá en mente a Xavi, Iniesta, Casillas, Torres, Cesc o Xabi Alonso.
c) Los problemas españoles, comenzando por la catástrofe en Valencia -un incendio en una región montañosa y de gran calidad paisajística y natural, explotada por el turismo de sol y playa, con gran parte del litoral devastado, y recursos hídricos insuficientes para sostener la especulación inmobiliaria- deberían haber hecho que Mariano Rajoy NO estuviera en el palco de Kiev. Su lugar, como el del príncipe Felipe, el rey, o al menos la vicepresidenta era Valencia. Al menos debería haber comparecido el ministro Arias Cañete. O como mínimo haber hecho alguna referencia a los incendios cuando se le entrevistó tras el partido. La gente española tiene derecho a unos representantes institucionales dignos. Ya no pedimos competencia,o que sepan hablar idiomas. En realidad basta con que sepan estar en el sitio que les corresponde. Ni eso.
d) Y a lo tonto, estoy en el cuarto punto y me toca llegar a alguna conclusión: celebrar todo lo que podamos, la alegría siempre es la mejor postura. Los deportistas españoles, los profesores españoles, los investigadores españoles  y los curritos españoles no se merecen los representantes que el protocolo del viejo reino de España lanza por ahí a hablar en su nombre. Hay muchos que reniegan del fútbol, del tenis o de otros deportes, y tienen razón: el deporte tiene una importancia desmesurada (quiero pensar que se quejan por este motivo, no se quejan por el odio mainstream hacia todo y todos, no son de sectas más excluyentes que los nacionalismos). Pero en lo que los nacionalismos desaparezcan, desaparezcan racismos y xenofobia de todo tipo, prefiero ser representado por don Vicente del Bosque que por Mariano Rajoy, Juan Carlos, o alguno de los dueños de bancos. Así son las cosas.

viernes, 6 de enero de 2012

La comunicación y las redes sociales en 2012

 Mac Luhan tuvo razón; el mundo es cada vez más parecido a una aldea global. Subrayo lo de aldea, o pequeño pueblo o poblachón. Desde hace tiempo el sano deporte nacional español - el cotilleo y despelleje indiscriminado-, que parecía haberse diluído en un mundo tecnológico, con ordenadores y lucecitas, vive una nueva edad de oro. Los mentideros de la Villa y Corte eran poco efectivos, y las porteras parecían haber desaparecido.
Los españoles dominadores del deporte en 2012
 Somos campeones del mundo de fútbol, europeos y mundiales de baloncesto, en escalada deportiva, en carreras de montaña, tenemos los mejores tenistas. Pues estaba claro que en ese deporte nacido aquí, y que provoca el mismo desconcierto en los extranjeros que en nosotros el criquet, teníamos que salirnos. La ciudad dónde vivo, Móstoles, es un micromundo de las españas. Doscientos y pico mil habitantes, y a veces tardo hasta cuatro horas en oír una palabra en castellano. Las tiendas son de chinos, las fruterías de árabes, los restaurantes turcos o armenios, y la gente que pulula por las mañanas rusa, nigeriana o armenia. En el gimnasio entreno con cubanos, argentinos, rumanos y norteamericanos. Es el momento en que practico mi castellano hablado: entre jadeos, al igual que con mi costilla. Como dijo un frutero a una señora de aspecto pepero que se quejaba de que los árabes han tomado España:
- Señora, esto no es España. Esto es Móstoles.- Mohamed, desde entonces es mi héroe, además de proveedor de tomates, manzanas y lechugas.
La aldea global, Móstoles y Facebook
 Me levanto temprano a comprar churros (aún quedan churrerías en este rincón del mundo, vieja ciudad dormitorio). Ya a las ocho y media de la mañana de un sábado hay una cola considerable para hacerse con un paquete de este desayuno español, harina frita con mucho aceite, fundamentalmente, y antaño colgante de un junco doblado. Una señora se para en la calle a diez metros de la cola que se ha formado, y se encuentra con una vecina asomada a la ventana de un noveno piso. Se saludan a voz en grito (la razón por las que los mostoleños compran teléfonos es un misterio para mí):
 - Pues sabes que mi hijo sigue con tu hija -grita la mujer de la acera.
 - Pues no lo sabía - informa al mundo desde su almuecín la mujer del noveno.
 - Sí, lo hemos visto en el fesbok, que se dicen cosas muy bonitas
 - ¿Y eso qué es?
 - El ordenador, y tienen fotos muy bonitas.
 - No me digas- no se lo ha dicho, se lo ha gritado urbi et orbe.
 - Y en la playa en Alicante... anda que unas fotos... si se hacen unos arrumacos
 - Hija, pues no las he visto.
 - Pues sí oye, y, que no se enteren de que lo decimos, pero desnuditos, y todo... que no les cuentes
  que lo sabemos.

Campeones en cotilleo: el metacotilleo
   Uno no puede sacar más que dos conclusiones:

  •  Estamos en la época del metacotilleo. Ahora las redes sociales que nos daban una pátina internacional con esos amigos americanos, suecos y chinos, en realidad dan nuevas armas a las conversaciones de despelleje de antes. Hemos vuelto al principio, tras un rodeo, pero con más información.
  • El mundo es una enorme aldea, la gente más indiscreta, y uno no puede ni intentar acreditarse para intentar entrevistar a Evageline Lilly sin que se enteren, digamos, un par de millares de personas. Si me vuelvo a quedar soltero y tengo que salir de ligue tendré que hacerlo con ropa de camuflaje.
  • Esta de regalo: las redes sociales se han vuelto contra nosotros, y para colmo, las llenamos de datos a diario. Yo,como periodista, ya voy de perdido al río y me abalanzo sobre el Twitter, Facebook, blogger y lo que sea. La alternativa a ser descubierto es contar todo de antemano. Puede que no apetezca mucho a priori que hablen de los cuernos de uno en las calles de Tallin, Estonia, pero mejor que conozcan la versión propia.
Firmo con mi nombre completo. Puede que mi santa costilla me mate, si no escribo en unos días eso habrá pasado. En el fondo consuela saber que hablarán de uno cuando haya muerto esde Buenos Aires a Los Ángeles, pasando por Lagos y Beijing...

Juan Antonio Nuevo.