a) Nunca he sido partidario de selecciones nacionales, ni del olimpismo. Tienden a exaltar los nacionalismos. Como Reinhold Messner, pienso que los deportes de competición y el tema público -es decir, la política, que no es más que la gestión de lo público- deberían seguir caminos separados.
b) Que España haya ganado la eurocopa como lo ha hecho no puede sino alegrarme: me encanta el fútbol, y ha ganado el mejor que he visto. Además, que los estados nacionales deban ser algo a superar, no hace que el mundo deje de percibir a quienes hablamos español como capaces de jugar en equipo mejor que nadie, efectivos, serios, imaginativos y con una gran cultura democrática. Es lo que ha mostrado al mundo una selección de jugadores de un deporte de equipo muy complejo
-el fútbol-, hispanoparlantes. Cuando alguien piense desde Munich en españoles e hispanoamericanos, tendrá en mente a Xavi, Iniesta, Casillas, Torres, Cesc o Xabi Alonso.
c) Los problemas españoles, comenzando por la catástrofe en Valencia -un incendio en una región montañosa y de gran calidad paisajística y natural, explotada por el turismo de sol y playa, con gran parte del litoral devastado, y recursos hídricos insuficientes para sostener la especulación inmobiliaria- deberían haber hecho que Mariano Rajoy NO estuviera en el palco de Kiev. Su lugar, como el del príncipe Felipe, el rey, o al menos la vicepresidenta era Valencia. Al menos debería haber comparecido el ministro Arias Cañete. O como mínimo haber hecho alguna referencia a los incendios cuando se le entrevistó tras el partido. La gente española tiene derecho a unos representantes institucionales dignos. Ya no pedimos competencia,o que sepan hablar idiomas. En realidad basta con que sepan estar en el sitio que les corresponde. Ni eso.
d) Y a lo tonto, estoy en el cuarto punto y me toca llegar a alguna conclusión: celebrar todo lo que podamos, la alegría siempre es la mejor postura. Los deportistas españoles, los profesores españoles, los investigadores españoles y los curritos españoles no se merecen los representantes que el protocolo del viejo reino de España lanza por ahí a hablar en su nombre. Hay muchos que reniegan del fútbol, del tenis o de otros deportes, y tienen razón: el deporte tiene una importancia desmesurada (quiero pensar que se quejan por este motivo, no se quejan por el odio mainstream hacia todo y todos, no son de sectas más excluyentes que los nacionalismos). Pero en lo que los nacionalismos desaparezcan, desaparezcan racismos y xenofobia de todo tipo, prefiero ser representado por don Vicente del Bosque que por Mariano Rajoy, Juan Carlos, o alguno de los dueños de bancos. Así son las cosas.
Lo que pasa en la calle
Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa, con un tamiz poético a lo Antonio de Mairena.
lunes, 2 de julio de 2012
viernes, 6 de enero de 2012
La comunicación y las redes sociales en 2012
Mac Luhan tuvo razón; el mundo es cada vez más parecido a una aldea global. Subrayo lo de aldea, o pequeño pueblo o poblachón. Desde hace tiempo el sano deporte nacional español - el cotilleo y despelleje indiscriminado-, que parecía haberse diluído en un mundo tecnológico, con ordenadores y lucecitas, vive una nueva edad de oro. Los mentideros de la Villa y Corte eran poco efectivos, y las porteras parecían haber desaparecido.
Los españoles dominadores del deporte en 2012
Somos campeones del mundo de fútbol, europeos y mundiales de baloncesto, en escalada deportiva, en carreras de montaña, tenemos los mejores tenistas. Pues estaba claro que en ese deporte nacido aquí, y que provoca el mismo desconcierto en los extranjeros que en nosotros el criquet, teníamos que salirnos. La ciudad dónde vivo, Móstoles, es un micromundo de las españas. Doscientos y pico mil habitantes, y a veces tardo hasta cuatro horas en oír una palabra en castellano. Las tiendas son de chinos, las fruterías de árabes, los restaurantes turcos o armenios, y la gente que pulula por las mañanas rusa, nigeriana o armenia. En el gimnasio entreno con cubanos, argentinos, rumanos y norteamericanos. Es el momento en que practico mi castellano hablado: entre jadeos, al igual que con mi costilla. Como dijo un frutero a una señora de aspecto pepero que se quejaba de que los árabes han tomado España:
- Señora, esto no es España. Esto es Móstoles.- Mohamed, desde entonces es mi héroe, además de proveedor de tomates, manzanas y lechugas.
La aldea global, Móstoles y Facebook
Me levanto temprano a comprar churros (aún quedan churrerías en este rincón del mundo, vieja ciudad dormitorio). Ya a las ocho y media de la mañana de un sábado hay una cola considerable para hacerse con un paquete de este desayuno español, harina frita con mucho aceite, fundamentalmente, y antaño colgante de un junco doblado. Una señora se para en la calle a diez metros de la cola que se ha formado, y se encuentra con una vecina asomada a la ventana de un noveno piso. Se saludan a voz en grito (la razón por las que los mostoleños compran teléfonos es un misterio para mí):
- Pues sabes que mi hijo sigue con tu hija -grita la mujer de la acera.
- Pues no lo sabía - informa al mundo desde su almuecín la mujer del noveno.
- Sí, lo hemos visto en el fesbok, que se dicen cosas muy bonitas
- ¿Y eso qué es?
- El ordenador, y tienen fotos muy bonitas.
- No me digas- no se lo ha dicho, se lo ha gritado urbi et orbe.
- Y en la playa en Alicante... anda que unas fotos... si se hacen unos arrumacos
- Hija, pues no las he visto.
- Pues sí oye, y, que no se enteren de que lo decimos, pero desnuditos, y todo... que no les cuentes
que lo sabemos.
Campeones en cotilleo: el metacotilleo
Uno no puede sacar más que dos conclusiones:
Juan Antonio Nuevo.
Los españoles dominadores del deporte en 2012
Somos campeones del mundo de fútbol, europeos y mundiales de baloncesto, en escalada deportiva, en carreras de montaña, tenemos los mejores tenistas. Pues estaba claro que en ese deporte nacido aquí, y que provoca el mismo desconcierto en los extranjeros que en nosotros el criquet, teníamos que salirnos. La ciudad dónde vivo, Móstoles, es un micromundo de las españas. Doscientos y pico mil habitantes, y a veces tardo hasta cuatro horas en oír una palabra en castellano. Las tiendas son de chinos, las fruterías de árabes, los restaurantes turcos o armenios, y la gente que pulula por las mañanas rusa, nigeriana o armenia. En el gimnasio entreno con cubanos, argentinos, rumanos y norteamericanos. Es el momento en que practico mi castellano hablado: entre jadeos, al igual que con mi costilla. Como dijo un frutero a una señora de aspecto pepero que se quejaba de que los árabes han tomado España:
- Señora, esto no es España. Esto es Móstoles.- Mohamed, desde entonces es mi héroe, además de proveedor de tomates, manzanas y lechugas.
La aldea global, Móstoles y Facebook
Me levanto temprano a comprar churros (aún quedan churrerías en este rincón del mundo, vieja ciudad dormitorio). Ya a las ocho y media de la mañana de un sábado hay una cola considerable para hacerse con un paquete de este desayuno español, harina frita con mucho aceite, fundamentalmente, y antaño colgante de un junco doblado. Una señora se para en la calle a diez metros de la cola que se ha formado, y se encuentra con una vecina asomada a la ventana de un noveno piso. Se saludan a voz en grito (la razón por las que los mostoleños compran teléfonos es un misterio para mí):
- Pues sabes que mi hijo sigue con tu hija -grita la mujer de la acera.
- Pues no lo sabía - informa al mundo desde su almuecín la mujer del noveno.
- Sí, lo hemos visto en el fesbok, que se dicen cosas muy bonitas
- ¿Y eso qué es?
- El ordenador, y tienen fotos muy bonitas.
- No me digas- no se lo ha dicho, se lo ha gritado urbi et orbe.
- Y en la playa en Alicante... anda que unas fotos... si se hacen unos arrumacos
- Hija, pues no las he visto.
- Pues sí oye, y, que no se enteren de que lo decimos, pero desnuditos, y todo... que no les cuentes
que lo sabemos.
Campeones en cotilleo: el metacotilleo
Uno no puede sacar más que dos conclusiones:
- Estamos en la época del metacotilleo. Ahora las redes sociales que nos daban una pátina internacional con esos amigos americanos, suecos y chinos, en realidad dan nuevas armas a las conversaciones de despelleje de antes. Hemos vuelto al principio, tras un rodeo, pero con más información.
- El mundo es una enorme aldea, la gente más indiscreta, y uno no puede ni intentar acreditarse para intentar entrevistar a Evageline Lilly sin que se enteren, digamos, un par de millares de personas. Si me vuelvo a quedar soltero y tengo que salir de ligue tendré que hacerlo con ropa de camuflaje.
- Esta de regalo: las redes sociales se han vuelto contra nosotros, y para colmo, las llenamos de datos a diario. Yo,como periodista, ya voy de perdido al río y me abalanzo sobre el Twitter, Facebook, blogger y lo que sea. La alternativa a ser descubierto es contar todo de antemano. Puede que no apetezca mucho a priori que hablen de los cuernos de uno en las calles de Tallin, Estonia, pero mejor que conozcan la versión propia.
Juan Antonio Nuevo.
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